sábado, 24 de febrero de 2007

.Puntos.



¿Cuál es el punto?
Lo que me gustaría ver en un ángel.
¿Cuál es el punto fijo?
Lo que no me gustaría verle a ese ángel-cachos.
Dejen de preguntarme por el presente
y que fue del pasado,
el pasado latente como sus mariposas
en su estómago,
el presente revuelto,
no se entiende nada,
alguno borracho de dicha
recita en mis oídos
como si fuesen los únicos existentes.
¡No soy un monumento para que vengas
a alabarme!
Mis actos no fueron de los mejores,
mate a muchos sin siquiera
enterrarles la espada,
solo en el sentido figurado
honrándoles luego sus funerales
como si nunca-jamás
les escuchara hablar-como almas
penando la realidad-
qué sutil puede
ser la poesía
y a la misma vez
las palabras boca abiertas
entran en sus lenguas.
¿Cuál es el tema?
No puedo decidirme como recitarlo,
hay tanto susurro que se deja de lado,
como hay balbuceo por miles,
otorgándoseles diplomas por ser tan fastidiosos,-
y es que algunos son de tan importancia
como lo que se grita...
a veces lo que callamos, es lo esencial
para contestar a otros
¡que mueren hoy con la duda-arropándolos!
de noche,
de insomnio-
plasmando ironías y verdades,
plasmando lágrimas en vasos de cristales
¡sin importarle mas al poeta si es
la frase muy gastada por todos los labios!,
mas bien si retumba en las palpitaciones
con una vela encendida,
plasmados todos en el mismo sentido-sentimiento
Loco, ¡Sí!-loco, ¡Frenético!, ¡¡Desenfrenado!!
¿Tiene esto algo de malo?
que recite en voz alta para adentro,
para mi corazón solito-
a causa de sus hazañas,
¿Tiene esto algo de malo?
que sea ambiguo el amor,
corriendo millas en carretera
no deseando carretas para acortar
el dolor, el dolor que puede ser
el ultimo recuerdo ante alguien.

¿Cuál es el punto?
No sean dueños de mis preguntas,
la tortura la elegí sin ponerme a pensar.
¿Cuál es el punto?
Déjenme estar,
déjenme recordar,

no me dejen olvidar.

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