lunes, 15 de enero de 2007

Savia X Las Venas




¿Destino?
Empezando el día, escribiste en el papel liso-ficticio,
Abandonaste el lápiz por el rápido dáctilo del teclado-
Insulto tal vez a los antiguos –añejos poetas-filósofos
Sentados bajo árboles y el pergamino el gran cómplice de sus pasos,
Y nosotros al contrario-
Por delante lo virtual son las sólidas amigas de nuestras arrebatadas letras.
¿Destino?
Condenaste la letra escribiendo sobre disparos-
Mi voz en tu teléfono -¡sin puentes de arco iris!
(Moriremos tal vez por los ‘saltas’)
Acordando los reencuentros de lado del caballero-caballo;
Caballo-caballero,
Y tú, seguro- siempre que poemela llegue tarde,
Nos sacamos el sombrero en saludos, y salud’s ni de sobra,
Ofreciste un vino-vino tinto de parrón
A el derecho de poeta a poeta, ¡bohemios!
Que se elevan por nuevas raíces-
Bardos desapercibidos en el tiempo –hoy_ presente
Con el intento –enviones salpicando en tu garganta
De recitar como un gato-gato negro-
Y mi garganta en trizas-
Disculpa-
Encarando y
subrayando a Pablo Neruda
En tu vozarrón.
Con alaridos, te escupo en vuestra cara-
Siente lo que escribes,
Es cierto nadie puede juzgarte por como recitas
Tu poesía de cada día-
Pero- con tenedores nos comen por nuestro
Sexto-séptimo sentido: siete.
Y siete veces te dirán, destacarán
Tu voz-
Tu voz le da lujo a las letras,
Y
¡salud!
¿Hasta donde podemos llegar?
El vino se extendió a dos vasos,
Jugando en nuestras lenguas
Mientras tu boca seca_ exhausta,
Bebía sin remorder el vaso-
Bebe, que bebe,
Los labios de ambos
Morados- jugosos
De uva-
La uva que dejan en la estacada-
Casi la mierda
Del buen vino embasado-
Disculpa-¡En botellas!
Y con su buena impresión
de buena viña.
Y tras chispos de chisguetes
Se enfrenta el miedo nuevamente
Con tacones aguja
-fierro-
Que tu mismo forjaste
Y ahí-
El arma
Apuntándonos-
Mis piernas duras, se levantan ante este momento nefasto-funesto
Decidida-
Pero el tufo de los flaites
Golpea mi hombro
En susurros de advertencias—
Caígo indecisa-
¿Me levanto?


¿Moriré?
Falleceré con el recuerdo de mi duendecillo
palpitando el amor luego en duelo-
Tanta poesía en mi lengua,
Amarrada ante el ruido
De su arma-
Pasa la bala,
-Esta cargada-
Y tu jefe consiente del peligro
Pedías a murmullos mentales
Que mi culo
Se acomodara mejor en el cemento-
Quieto-
No queremos ver sangre entre nuestros dedos-
Salpicones de masa blanca
En mi frente…
Y de la mía
En la acera.
Directamente desde la ignorancia
Y el gran descuido de
Los que no saben
Que todos somos humanos
Como dije en alguna otra parte
¡quisiera ver humanos!
Interrumpen la armonía
De nuestro momento-
Desde nuestras raíces · sopas de letras ·
Queman –incendian, arrasan por el puro gusto-
Recordé cuando yo hurtaba
Sin tener la más sabia necesidad-
-el dinero, nos puede cambiar-
Y el habla, los hizo marcharse,
Con mis documentos en manos ajenas…
¡cerdos!-¡buco, cabrón!
Me hiciste olvidarlo…
El material…
Importó quizás más
Sobrevivir….
¡salvados siempre por la penúltima gota
Sana de la vida!El día a día, sentirla como si fuera lo ultimo
Que degustamos…
Así sentí
Que moriríamos juntos,
Vuestro corazón pereciera en el ritmo,
Por la bala incrustada,
En ambos cuerpos.
Pero nos esperaba el árbol
Del cual un gato
Pensó en largarse a la misma gravedad
De la tierra…:
‘gato, todo lo que sube, tiene que bajar’
Física, no contaste con ella,
Cuando decidiste alzar las garras,
Y ahí está luego-ahora
Tu pie,
Y tu voz, con alaridos de dolor-
Gato… no somos extraños-
Poetas, bohemios,
Bardos envidiados tal vez,
‘No volamos’;
Con el caletre, a los tejados
De los moribundos que marchitan
Su imaginación-
A la basura, escupida en el jugo
Manifestándose en todo lo que desechamos-
El futuro viene a nosotros
Un día más
Nos deja vivir
Un día más.
Con la incomparable bicicleta que con mi peso
Desinflo su rueda, que rueda
Y marea
En contra el transito como gallego
No sabe que esta equivocado-
¿para dónde vas?
A las 4 de la mañana,
Los pájaros danzando su mañanero canto,
Ahí pedaleas,
Cantas al compás de mi voz
Embriagada- embriagado
Por el vino, buen vino
Que nos trae las tragedias
Y nos enseña las mejores cañadas,
¡que contradicción!se abren las ventanas
Con nuevas cicatrices,
Estos aprendices rapsodas-
Aprendiendo en la vida-
Nuestra academia
Nos gradúa con honores
Caemos, levantamos el cargazón-
Fuertes-
Aunque mi brazo flagea el poco músculo
A pura vista-
¿Probamos fuerza?
Dejas al pasmón
Que me hurtó
Que con pena así mismo
Se ofrece la co-co-co-ca
A la vena,
O quizás que otra droga
Necesita para desvelar
Su pobreza-
Me olvido—
Por que puedo contarlo
A viva voz…
Viva…
Recito…
No con el alma en pena,
Tocando lápidas_
Ni la tuya.
La vida, con sus reglas,
Con sus pruebas,
Nos llama maestros…
De forámenes poéticos-
No merecemos la muerte,-pero-
Si el cemento con sus profundos
Huecos rotos-
¿Sabes?
Los prefiero.

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