
y los papeles amontonados como cadáveres-
cadáveres por lo inútil y lo blanco
sin horarios quien será el que
dé le primer recito
arrojados para darles aexterminio
donde la voz del literato impotente no detener
el ardor de sus pupilas
La única recompensa que ganan los lápices,
el ramillete de molestos versos
balbuceando_babeando pegajoso el lenguaje muerto_roto
y como chef lleva a la boca la letra lírica.
Larga y eterna la senda,
el día pegando con más fuerza en los ojos,
¡deseo la oscura noche!
no fundir mas los sesos.
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